Tras el ¡Sacapuntas vive! del pasado 1 de abril, nuestro nerviosismo e incertidumbre de 7 meses de espera, se tornaban en alegría y todos volvimos a pensar en esa bolita de plumón que nos llegaba al hacking una ilusionante mañana de principios de junio. De repente, los corazones de los voluntarios, agricultores y personal de las entidades participantes en el proyecto, latían a un mismo ritmo, a un compás de esperanza al ver que nuestra primera “aguilucha” marcada con emisor satélite, continuaba “Agui-luchando” por su vida en el continente africano.
Pocos días después y tras barajar cada vez más la hipótesis de que Sacapuntas pasaría su primer cumpleaños en tierras de Mali, volvíamos a recibir otro mensaje de optimismo en nuestro grupo de trabajo: ¡Sacapuntas viene y podría conseguirlo!
Llegaba la hora de partir y de nuevo tocaba ponerse la capa de heroína para cruzar varios países, el desierto del Sáhara, las montañas del Atlas, una infinidad de peligros inciertos y un último escollo llamado estrecho de Gibraltar. Orgullosos de la hazaña que podría llegar a conseguir y a la vez llenos de inquietud al pensar en los numerosos retos que le quedaban por superar, contábamos las horas para volver a ver la posición de nuestro aguilucho y ver que todo iba sobre la marcha.
En estos días duros de confinamiento y con una soñada libertad que hoy imaginamos a través del vuelo de nuestros aguiluchos, hoy 27 de abril de 2020, nuestra guerrera Sacapuntas ha llegado a Europa y acaba de hacer historia al convertirse en el primer aguilucho cenizo liberado en Andalucía mediante el método de crianza campestre o hacking, que demuestra que un alto porcentaje de los aguiluchos liberados completan un ciclo de vida entre Europa y África. Dicha hazaña reitera por tanto el éxito del proyecto de hacking del Grupo Ornitológico Tumbabuey y su necesaria continuidad.
¿Se instalará de nuevo en la campiña de Tahivilla? ¿Visitará tierras ya conocidas durante su periodo de aprendizaje? ¿Tendremos la suerte de cruzarnos con ella en el campo?… Os mantendremos informados de las andaduras de esta preciosa hembra de aguilucho, pionera en la conservación de la especie en Andalucía.
Ahora sólo queda seguir aprendiendo, disfrutando de sus andanzas y sobre todo, seguir luchando para que la población de aguilucho cenizo más meridional de Europa, continúe volando de forma autónoma en la comarca de la Janda.