El pasado 30 de mayo empezaba la aventura de “Janda”. Ese día, voluntarios de Tumbabuey se desplazaron hasta la provincia de Jaén para recoger 8 pollos de aguiluchos cenizos procedentes de dos nidos malogrados de los municipios de Bejigar y Escañuela.
Tras su traslado a Tahivilla y después de pasar algo más de una semana en las instalaciones del proyecto, uno de esos pollos fue seleccionado para portar un emisor GPS-GSM de 10gr de la empresa Ornitela. Su nombre es en honor al hábitat que necesita ser recuperado para que su población siga creciendo en la campiña ubicada en la comarca de la Janda y a la Asociación de Amigos de la Laguna de la Janda que trabaja intensamente por ello.
El objetivo de este marcaje es confirmar el éxito del proyecto de liberación y recabar información acerca del periodo de dependencia, migraciones e invernada de los ejemplares liberados. El emisor funciona tomando datos de la ubicación del ave y de otros parámetros que envía a través de la red de antenas GSM de telefonía móvil que hay en casi todos los lugares.
“Janda” es hembra, porta una anilla con el código M4M y fue liberada el 10 de junio de 2021, empezando ahí su aventura en libertad.
Ha pasado casi 2 meses visitando el exterior de las instalaciones para alimentarse. En este tiempo ha realizado un par de viajes exploratorios para visitar Doñana, Sevilla y muchos otros lugares de la campiña gaditana, aunque donde más tiempo ha estado aprendiendo a desenvolverse autónomamente ha sido en la propia Janda.
El pasado 2 de agosto, después de recargar fuerzas alimentándose de los comederos del hacking y de pasar por el punto de agua que suele visitar, tomó rumbo Sur, para dar su primer gran salto.
La llamada de la migración postnupcial al Sahel la estaba empujando. Decidida, a las 16:24, cogió altura sobre la Cueva del Moro en la Sierra de la Plata y sobrevolando la duna de Bolonia y los miles de bañistas que en ese momento se encontraban allí se dirigió a una de las zonas más anchas del estrecho de Gibraltar para realizar el cruce, desde allí hasta Malabata junto a Tanger son casi 30 kilómetros de agua.
Estando ya en plena ensenada de Bolonia decidió meterse a tierra y buscar un punto más corto para llegar a África. Las condiciones de viento eran excepcionales, prácticamente en calma, lo que no iba a provocar fuertes derivas en el trayecto.
Desde la ensenada tomó tierra cerca de las piscinas naturales de Bolonia, de allí a Paloma alta, Sierra de Enmedio, la Peña para cruzar rápidamente el valle del Santuario y a las 17:41, entre punta Camorro y Oliveros comenzar la travesía sobre el mar.
Treinta minutos de aleteos directos para llegar justo a Punta Cires, junto a la playa de Dalia, posiblemente el cruce más corto que podía realizar sobre el mar, unos escasos 14 km. Allí tomó altura sobre el cartel gigante del lema de Marruecos: “Dios, Patria, Rey”, ya estaba el primer obstáculo solventado.
Tres horas más de vuelo al sur, recorriendo más de 60km y el merecido descanso tras la primera etapa en tierras africanas.
Esperamos que su viaje y discurrir en África le aporten conocimientos y experiencias para volver a la Janda y reproducirse en próximas primaveras.
Proyecto financiado por la Andalucia Bird Society