Como viene ocurriendo desde su primera migración en 2019, Sacapuntas (nuestra aguilucha insignia en el proyecto de conservación del aguilucho cenizo en la Janda) ha pasado el invierno en su habitual segunda residencia en Mali.

Justo después de pasar al sur el valle del Draa, a las puertas del Sáhara, el pasado 25 de agosto de 2021, su señal dejó de encontrar antenas GSM para transmitir sus datos, la preciada información sobre sus andanzas. El comienzo de un largo periodo de casi 7 meses de incertidumbre.

Esta vez su invernada acabó antes que en temporadas anteriores, exactamente el 19 de marzo, 4 días antes de aparecer en nuestras pantallas al mandar señales ya alcanzada la provincia marroquí de Guelmin. Sacapuntas, en 2022 adelantó el comienzo de su migración prenupcial con respecto a las dos temporadas anteriores.

Esta premura nos hacía augurar una llegada temprana a su zona de reproducción. Un gran error, pues esta opción fue, en un primer momento, dinamitada por causa de las lluvias y temporales de finales de marzo y principios de abril. Pensábamos inocentemente que nuestra aguilucha estaba retrasando su llegada motivada por las inclemencias, aprovechando este periodo para reponer fuerzas en el país magrebí.

Pasó una noche en el alto Atlas, seis días en los alrededores de Beni Melal y el 30 de marzo retomó su viaje al norte. En ese momento un fuerte temporal de levante arreciaba en el estrecho de Tarifa, más días de retraso, lo que nos hacía seguir confiando en la conjetura del tapón ambiental para no cruzar. Los días siguieron pasando, el Estrecho se abrió completamente, dándose condiciones perfectas para el cruce, y aun así, con gran parsimonia, Sacapuntas seguía deambulando por el norte de Marruecos. Ya no le quedaban motivos para no dar el último empujón, su inicial prisa había desaparecido, se lo estaba tomando con toda la calma que implica la famosa frase marroquí: “la prisa mata”.

Hasta que el viernes 8, a las 12:46 hora local peninsular inició su tercer cruce al norte, lo volvió a hacer sobrevolando la ciudad y bahía de Tánger, esta vez inició la partida a una altura de 450 metros. Un trayecto de 54 minutos, a velocidades que oscilaron entre 30km/h y 65km/h. Su llegada a Europa la realizó por Punta Camorro, en Tarifa a 150 metros sobre el nivel del mar. Desde allí, voló directa a la zona de liberación en Tahivilla, donde ha pasado su primera noche.

Ahora nos toca esperar unos días para conocer el lugar de su elección para continuar con su estirpe y unas semanas para saber si tendrá éxito en su propósito.

¡Mucha suerte Sacapuntas!

Datos básicos de las migraciones de Sacapuntas